Descripción del panel

En el primer trimestre de 2021, un nuevo coronavirus se extendió por todo el mundo, dejando muerte y destrucción a su paso. Una a una, regiones enteras se vieron obligadas a encerrarse para hacer frente a lo que rápidamente se convirtió en una pandemia, que el virus se propagó rápidamente a través de las redes de producción globalizadas del mundo. Aunque América Latina fue golpeada relativamente tarde en comparación con Europa, el virus se ha extendido por todo el continente con un efecto devastador, dejando los sistemas de saludo de muchos países, sobre todo Brasil y Ecuador, al borde del colapso.  La pandemia del Covid.19 es parte de una confluencia más amplia de múltiples crisis entrelazadas que han surgido de los modos de desarrollo dominantes. El virus mismo nació en la frontera (artificial) entre la sociedad humana y la naturaleza, de las formas contradictorias en que el capitalismo domina las especies animales para alimentarse. Todos los principales brotes de enfermedades de los últimos años se han relacionado con la producción agroindustrial de carne o con la expansión de las actividades extractivas en las profundidades de los últimos grandes bosques que quedan. Esto conduce a preguntas vitales en todo a las dimensiones ecológicas y políticas y los efectos de los modos de desarrollo en América Latina y partes del mundo. Finalmente, los pueblos indígenas continúan viéndose obligados a abandonar sus tierras a medida que las fronteras agrícolas y extractivas se comen la selva amazónica. En Brasil, sistema de salid de Manos ya se derrumbo ante el virus, una señal de los peligros a los que se enfrentan las comunidades indígenas. Ademas, millones de indígenas se encuentran en asentamientos informales en las periferias de las ciudades latinoamericanas, dependientes del mercado de la economía informal para sobrevivir.